CMB rinde homenaje al ex campeón mundial cubano-mexicano "Sugar" Ramos

Una vieja casona del popular barrio de Santa María la Ribera de Ciudad de México acondicionada como cafetería al aire libre fue sede del homenaje que el CMB dio al cubano naturalizado mexicano Ultiminio "Sugar" Ramos, ex campeón mundial de peso pluma.

En una emotiva ceremonia, el historiador del CMB (Consejo Mundial de Boxeo) Víctor Cota entregó al ex púgil de 74 años una medalla y un simbólico cinturón verde y oro.

"Mira como me siento. Llorando frente al público", dijo el originario de Matanzas, Cuba, durante el homenaje al que asistieron campeonas y campeones mundiales, ex boxeadores y su esposa Angélica Ochoa.

El cafe "El Secreto del Sugar" fue insuficiente para recibir a decenas de invitados y amigos al tradicional "martes de café" en la casa de la familia Ramos.

"Los amo y los quiero a todos con satisfacción", agregó entre lágrimas el ex monarca, que luce visiblemente cansado debido en parte a los golpes recibidos a lo largo de su carrera en Cuba y México, país al que adoptó como segunda patria.

Ultiminio Ramos debutó en la Arena México en una durísima pelea contra el campeón nacional pluma Juan Ramírez que terminó abruptamente por un choque de cabezas y que terminó con un empate técnico.

"Sugar" y otros cubanos, entre ellos el campeón mundial José "Mantequilla" Nápoles, se quedaron a vivir en México. En 1963 se convirtió en campeón mundial de peso pluma al noquear a Davey Moore, quien murió después del combate debido a los golpes recibidos.

La pelea consagró a Ramos como el primer campeón mundial del CMB, organismo fundado meses antes.

"Me siento como nuevo, tan feliz y tan contento, que espero que algunos de los amigos míos que están en el medio boxístico reciban también este reconocimiento. Lo que estoy sintiendo es amor y cariño, afecto. Son cosas que no cualquiere recibe", expresó el homenajeado.

Con palabras algunas irreconocibles por sus problemas para hablar, Ultiminio recordó el mejor momento de su carrera pugilística. "Mi mejor combate fue con Davey Moore cuando me coroné campeón mundial de peso pluma", dijo en medio de la sala atestada por fotos, recuerdos y un gran guante de boxeo en el que se lee "El Secreto del Sugar”.