Camila Hernández persigue sus sueños

CIUDAD DE MÉXICO.- Ser “la hija de” o “la nieta de” pareciera ser una ventaja dentro de la industria musical, sin embargo, nada de eso sería suficiente si detrás de un sueño no hay dedicación y trabajo duro. Camila Fernández lo sabe de sobra.

Si bien la cantante y compositora de 19 años tiene la ascendencia de dos de los mexicanos más reconocidos: Vicente y Alejandro Fernández, ha sido su tenacidad la que la ha llevado a lanzar Mío, el primer sencillo de su EP, que debutó el 10 de marzo en el número 16 de popularidad de la plataforma iTunes.

“Escribí Mío a raíz de una historia de una amiga, en la cual me inspiré. Ella andaba con un niño, luego cortaron y luego él anduvo con una amiga de ella, entonces en la canción ella le está hablando a la amiga que ya no es amiga y a su exnovio que siempre va a ser suyo. Quise que la gente se identificara con la letra que hice, porque todos siempre tenemos a una persona que va a ser suya, ése fue el feeling que le quise dar a la canción.

“Quise ponerle algo más expresivo, más natural y honesto, no algo simple y material, me gusta meterme en los sentimientos y dejarle en claro a la gente lo que quiero que sientan, lo que quiero transmitir”, dijo Camila en entrevista con Excélsior.

Y aunque la historia de esta canción es súper fuerte, Camila no retrata a una mujer sufrida llorando sin fin por un hombre, al contrario, lo encara y le advierte que como ella no hay dos. ¡Yas!

“Las mujeres somos fuertes, nada más que no se dan cuenta o no lo quieren aceptar, podemos mover un mundo entero. Eso es lo que quise proyectar, una mujer fuerte, una mujer que por más que la quieran remplazar jamás la van a remplazar.”

Desde que era una niña su pasión por la música fue floreciendo. Las luces y los escenarios la arroparon desde muy chica, mientras su padre y su abuelo conquistaban al público, y fue su exposición al medio lo que la hizo soñar en que algún día ella podría estar ahí, pero no sólo como cantante, sino también como intérprete y compositora.

“Todo es uno: cantar, escribir e interpretar, yo lo veo así y me encanta hacer las tres cosas, ponerle sentimiento y que la gente sienta lo que yo, amo cantarle a la gente, quiero compartirle lo que estoy sintiendo y amo cantar, porque nací con la música en la vena, no sólo por parte de mi papá, mi mamá y su familia también canta.

“He estado cantando desde la panza de mi mamá y qué mejor que con mi estilo, que es un híbrido mío que surge a partir de todas las influencias que he tenido a lo largo del tiempo y con las que fui creciendo, como el jazz y el blues, el reggae y los ritmos latinos, todos esos estilos los quise juntar en una sola canción y compuse 15, de las cuales vamos a usar cinco para el EP que van a ir saliendo como sencillos este año”, agregó la compositora, que escribe canciones desde los 11 años.

Después de que debutó al lado de su padre a los 16 años, Camila ha alcanzado el sueño de lanzar los temas que ha escrito y compartirlos con el público, aunque está consciente de que esto es sólo el principio, que para mantenerse hay que trabajar y escuchar a aquellos que la han apoyado desde el inicio: su familia.

“Estoy muy emocionada de por fin demostrarle a la gente lo que he hecho todos estos años y lo que ha sido mi enseñanza, mis tablas y todo lo que me he preparado. Muchos de los temas del disco son míos y otros son coautorías: me inspiré en lecturas, en poesías, en películas, en experiencias y me encanta.

“Mi papá me ha enseñado que el miedo no existe. Cuando él empezó tenía muchísimo miedo, igual que yo, estaba aterrado, pero me dijo que es sólo un pensamiento. Mi mamá me dijo que siguiera siendo sencilla, que no perdiera el piso y que el que es humilde es grande, y mi abuelo me dijo que sonriera siempre y no perdiera la comunicación con mi público. Esos consejos sé que me van a servir toda la vida y gracias a Dios tengo a los mejores maestros conmigo”, concluyó.