Autocrítica, esa inexistente práctica en el Instituto Electoral de Coahuila
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Políticamente Coahuila cayó el 4 de junio en un punto muerto: nada se mueve para atrás ni para adelante. Así han transcurrido cinco meses y medio entre vacío de poder e incertidumbre, y ambos fenómenos obedecen, en gran medida, a las erráticas acciones emprendidas por el Instituto Electoral antes, durante y después de la jornada comicial.
Sin embargo, ¿en algún momento ha escuchado a sus consejeros decir “nos equivocamos”?, ¿se enteró de que hayan reconocido públicamente algún “error” (por llamarlo de alguna manera)?
Como usted recordará, falló el conteo rápido que contrataron para dar certeza a las elecciones. Tuvo un comportamiento “atípico”, en opinión del Consejo General del INE. En ningún proceso electoral, cabe señalar, había ocurrido. El IEC puso el precedente negativo.
¿Asumieron su responsabilidad entonces?
Para nada. Antes culpan a la noche, a la playa y a la lluvia (Luis Miguel dixit) que practicar autocrítica. “El infierno son los otros”, como escribiera Sartre. Jamás ellos.
Se acordará también de que fue saboteado el Programa de Resultados Electorales Preliminares, y dejó de contabilizar una tercera parte de los sufragios en la elección de Gobernador. No es un asunto menor pues implementarlo costó 9 millones 229 mil pesos. Tirados a la basura, literalmente. Como era previsible, hicieron mutis.
Y cuando falló la recolección y traslado del 23 por ciento de paquetes electorales (dos mil 524), acusaron al INE. Se ha dicho antes en este mismo espacio: cuando hay dos responsables, ninguno es responsable.
Pero ahí no termina la lista. Dos semanas después de la jornada electoral, el 17 de junio, la presidenta del IEC, Gabriela de León, con actitud retadora y rayando en el cinismo quiso apagar el fuego con gasolina, al descalificar las quejas de los candidatos opositores al PRI. Un mes después, el 26 de julio, la funcionaria afirmó que ya había quedado superado el argumento del fraude.
Lo irónico es que estamos a 19 de noviembre y nada ha sido resuelto aún por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación 168 días después. ¿Por qué la prisa en desestimar las impugnaciones cuando estas forman parte legal de cualquier proceso?
Por hacer exactamente lo mismo: “poner en riesgo el principio de certeza”, fue removida de su cargo en 2016 la presidenta del órgano electoral en Colima. Asimismo ha habido remociones de consejeros en Veracruz, Querétaro y Chiapas en los últimos meses. Los de Coahuila, pese a ser los más impugnados del País (tres procedimientos en su contra), han salvado el cargo gracias a la falta de interés procesal –a juzgar del INE– en las quejas de remoción, lo cual provocó que no avanzaran y por consecuencia cayeran los expedientes en sobreseimiento.
Ahora bien, en lo económico también hay tela.
Por arrendar el local donde actualmente despachan las oficinas centrales, el IEC ha gastado, de enero 2016 a octubre del presente año, 3 millones 582 mil 207 pesos. Por “mantenimiento” y obras al edificio, otros 4 millones de pesos fueron desembolsados, sólo en 2016. ¿No sería mejor construir un edificio propio en el terreno (valuado en 6.5 millones de pesos) que les legó el IEPC?
Otro ejemplo de despilfarro: 220 mil 400 pesos costó un “curso sobre manejo de redes sociales” que se pagó en agosto-septiembre de 2016 a “Brecha Comunicación S.A. de C.V.”, de Torreón. Otros 14 mil 500 pesos mensuales erogan al mismo “proveedor” por concepto de “monitoreo, seguimiento y supervisión de contenido en cuentas oficiales en internet”. O sea, por revisar sus tuits. ¿Para qué utilizan, realmente, dichos “servicios”?
Finalmente, dos millones 445 mil 258 pesos han gastado a razón de 17 pagos a “XM Comunicación S.C.”, de los cuales 257 mil 817 se destinaron a “conceptualización y creatividad de imágenes para redes sociales”, es decir, “memes”, y 714 mil 560 fueron etiquetados a una “transmisión por internet”. ¿En épocas de Periscope y Facebook Live gratuitos?
Normalizar el dispendio insulta. Violentar las finanzas injuria. La incontenible y discrecional sangría de recursos públicos indigna. Y mientras intentan distraer la atención de lo importante, los ofendidos somos nosotros, los ciudadanos.
CORTITA Y AL PIE
Lo conmino a mantenerle vigiladas las manos a los consejeros del IEC. Chiflando y aplaudiendo. En Nuevo León sus homólogos se asignaron cuatro meses de salario extra, una vez terminado el proceso electoral de Gobernador, como gratificación.
Acá, pase lo que pase, en los próximos 11 días a más tardar concluirá el interminable litigio. No merecerían autopremiarse, ¿o sí?
LA ÚLTIMA Y NOS VAMOS
Por lo demás, que ni se acomoden. En Colima la declaratoria de nulidad trajo aparejada la convocatoria de nuevas elecciones, organizadas por el Instituto Nacional Electoral. No por el órgano local ante su notoria incompetencia.
@luiscarlosplata