Aru es el nuevo rey del tour
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El tricampeón Chris Froome aflojó la marcha en el tramo final con cuestas de hasta 20 grados de inclinación.
PEYRAGUDES.- Chris Froome bajó el ritmo en el último segmento de una dura cuesta hacia la meta y perdió el liderato general del Tour de Francia a manos de Fabio Aru.
Los compañeros de Froome del equipo Sky controlaron perfectamente la carrera hasta el último kilómetro, que llegaba hasta la estación de esquí de Peyragudes, pero el tricampeón aflojó la marcha en el tramo final con cuestas de hasta 20 grados de inclinación.
El francés Romain Bardet ganó la etapa 12 con tiempo de 5 horas, 49 minutos, 38 segundos. El colombiano Rigoberto Urán arribó segundo, a dos segundos, y Aru cruzó la meta tercero con el mismo tiempo. Froome llegó séptimo, a 22 segundos, y el colombiano Nairo Quintana no pudo recortar distancias y entró en un lejano puesto 11, a 2:04.
Bardet quedó tercero en la general, a 25 segundos, y Urán se mantuvo cuarto, a 55. Quintana está octavo, a 4:01, y prácticamente quedó sin posibilidades de ganar el Tour por primera vez.
El equipo Sky dominó la etapa hasta los últimos 350 metros, cuando Aru apretó la marcha. Froome solo pudo seguir a su rival italiano por unos cuantos metros antes de desacelerar debido a la empinada cuesta.
Tratando de convertirse en el primer francés en ganar el Tour desde Bernard Hinault en 1985, Bardet fue el más fuerte en el la brutal cuesta y describió su tercera etapa ganada en el Tour como “una alegría inmensa”.
Al comienzo de la etapa, Aru estuvo 18 segundos atrás de Froome.
“Es una de las cosas más hermosas que te pueden pasar en la vida, vestir la camiseta amarilla”, dijo Aru, quien es parte del equipo Astana.
La última de las seis subidas en el recorrido de 214,5 kilómetros fue muy difícil para Froome, quien vistió el maillot amarillo en las siete etapas previas.
Adolorido por el esfuerzo, sus brazos brillaban por el sudor mientras pedaleaba cuesta arriba por la empinada subida que fue uno de los escenarios de la película de James Bond “Tomorrow Never Dies”, de 1997.
Froome zigzagueó con su bicicleta por el pavimento, por una subida tan inclinada que parecía que las ruedas de su bicicleta estaban pegadas a la carretera.
