Advierten a Trump que su nominación no está garantizada
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Los conservadores del movimiento ‘anti-Trump’ consideran que si el magnate es su candidato no solo sufrirán una dolorosa derrota en noviembre, sino que se fracturará el partido y perderán el control del Senado
WASHINGTON.- El presidente del Comité Nacional Republicano, Reince Priebus, explicó ayer que las normas de la convención de 2012, pueden cambiar en 2016, lo que abre un escenario impredecible si ningún candidato alcanza la mayoría de delegados para asegurar su nominación a la Casa Blanca en las primarias.
En entrevista, Priebus confirmó que el CNR establece las reglas de la Convención Nacional de julio, puede modificar una norma de 2012, por la que el nominado no solo debe tener la mayoría del total de delegados sino también haber obtenido una mayoría en al menos 8 Estados.
El comité de reglas de 2016, elegirá las reglas de 2016 y no hay nada misterioso sobre eso. Yo tiendo a ser una persona a la que le gusta mantener las cosas como están, pero no es mi decisión sino la de los delegados”, afirmó.
Hasta ahora Trump solo cumple el requisito establecido en 2012 de haber ganado la mayoría de los delegados en 11 estados.
Las normas de la convención republicana están en el centro del debate ante el escenario cada vez más plausible de que este año haya una convención disputada, es decir, que ningún candidato llegue al encuentro con la mayoría de delegados (1,237) que asegura la nominación ni la consiga en la primera votación.
Priebus negó la teoría del magnate de que el partido no puede negarle la nominación si llega a la convención con solo unos pocos delegados por debajo de la cifra mágica de mil 237.
El líder republicano argumentó que él fue nombrado presidente del comité del partido en la séptima ronda de votaciones a pesar de haber liderado toda la competición.
Nadie me dio (la presidencia del comité) en la segunda o la tercera votación. Tuve que luchar y luchar, hasta que eventualmente obtuve la mayoría. Así es como funciona”, avisó.
El Republicano busca llegar a una convención disputada para evitar competir por la Casa Blanca con un candidato como Trump, de retórica xenófoba, ultranacionalista y sexista y cuya campaña está cada vez más rodeada de violencia.
