7 razones por las que tu hijo está comiendo mal

La buena alimentación en un niño es fundamental para su desarrollo integral. Pero, ¿qué es “comer bien”? Hace décadas se creía que los niños regordetes eran niños sanos. Hoy ese concepto quedó vetusto y además se sabe que un niño obeso tiene más probabilidades de padecer obesidad en la vida adulta y sus consecuentes complicaciones.

Existen diversas pautas que pueden ayudarnos a mejorar la alimentación de nuestros hijos. Los padres siempre queremos que el niño coma “de todo” y “mucho”. Sin embargo, muchas veces cometemos desaciertos que pasan desapercibidos y que “educarán” el paladar del niño de una forma errónea.

Si un niño bebe gaseosas y come snacks más de una vez a la semana antes de los 3 años es de esperar que el paladar de ese niño vaya afianzando esos sabores y rechace otros. Existe también una predisposición de cada niño en particular hacia ciertos sabores, así como también hay una edad en que los niños dejan de comer muchas cosas que antes comían.

Mi hija de 4 años no quiere probar nada que tenga color rojo, naranja, y verde; así que por casa así estamos, haciendo malabares para que coma variado y sano.

Los errores que debes evitar

Hasta los 3 años de edad es la etapa donde los niños afianzan sus hábitos alimenticios, por lo que es fundamental una buena educación nutricional para cubrir todos sus requerimientos físicos, y mantener así los buenos hábitos alimentarios durante toda la infancia.

1. No te obsesiones

Muchos padres se sienten intranquilos cuando sus hijos no comen lo suficiente. Según el pediatra español Carlos González, los niños se auto-regulan en ese sentido. Ellos saben hasta cuándo desean comer. Su estómago es demasiado pequeño en comparación de lo que muchas veces ponemos en su plato. Si te obsesionas con que coma todo lo que has servido generarás un rechazo de parte del niño y una mala experiencia y relación con la comida.

2. Vuelve a ofrecer alimentos que antes no quería

Hubo una época en que mi hija comía zanahoria a rabiar. Luego, dejó de comerla por completo. Sin embargo, volví a intentar y ahora se la ofrezco con algunas preparaciones. Si algún alimento no le gustaba o no le gusta actualmente a tu hijo, puedes probar de cambiar la forma de cocción y hasta cambiar la receta y los condimentos utilizados, pero sin disfrazarlo demasiado.

3. No lo obligues

Claro que debes insistir un poco para que coma, pero sin irte al extremo de hacerlo comer a la fuerza. Eso lograría que asocie la hora de comer con un mal rato. Hay días que puede sentirse mal y no quiera comer, otros comerá de buen gusto. Intenta ver qué comidas come más que otras y tal vez puedas ir variando las recetas con sus ingredientes favoritos.

4. No mezcles tanto los sabores

En el afán de que el niño coma de todo muchas madres solemos homogeneizar sabores. Es decir, camuflar los gustos con salsas, o hacer un mix agregando esa verdura que no le gusta. Alguna vez tal vez sea necesario hacerlo, pero no es conveniente que los sabores sean siempre disfrazados ya que así el niño no se acostumbrará a probar nuevos sabores.

5. Aleja los snacks

Aún falta para almorzar o cenar y tu hijo te pide algo para comer. Mantén lejos de su alcance cualquier galleta, snack o golosina; no sólo le quitará el hambre si no que estarás generando un mal hábito. Deja los snacks para momentos especiales o para situaciones esporádicas. Mientras más se comen esos alimentos ricos en grasa y azúcar más es la adicción que generan.

6. No usar los postres como premio o la “sopa” como castigo

Si hay algo que me irrita es escuchar “si comes toda la comida te doy un dulce de premio”. O peor aún es escuchar “ahora de castigo deberás comerte todo ese plato de verduras”. No uses la comida para premiar o castigar, ya que asociarán la comida con un deber forzoso y sólo harán lo que les pidas por un dulce.
Una persona de mi familia suele decirle a mis hijos “si comen toda la comida les traigo un premio”. Me cuesta mucho trabajo luego explicarle a mis hijos que ellos deben comer porque ellos quieran y no porque alguien les vaya a dar algo.

7. Abusar de alimentos procesados y pre-cocinados

Sí, lo sé. Es más fácil abrir el freezer y poner a cocinar unas patitas de pollo o unas hamburguesas. Pero, ¿te has puesto a pensar cuántos aditivos y conservantes tienen?. Intenta dejar esos alimentos como salvación de última hora, cuando no tienes otra opción, y trata de cocinar alimentos frescos que aporten nutrientes y vitaminas.

Si muchos de los errores aquí expuestos son los que cometes a diario, trata de revertir los malos hábitos y enfócate en proporcionarle a tu hijo alimentos sanos y buenos hábitos alimenticios. Y tú, ¿qué errores cometes, y qué hábitos debes cambiar en la alimentación de tus hijos?