20 años de difundir el arte de hacer el sarape
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El maestro tejedor dedica su vida al rescate de la tradición textil sarapera, tanto en el museo como en su taller particular donde produce estas prendas que han vestido a varias celebridades y además con más proyectos en puerta habló PARA VANGUARDIA con relación a su quehacer artístico
Con 17 años y bajo la instrucción del maestro José Espirilión Zendejo, en el taller El Sarape de Saltillo, Rubén Tamayo aprendió el oficio alrededor del cual toda su vida se ha desarrollado. Su labor implica no sólo la hechura de esta prenda, también se involucra con el desarrollo de proyectos y programas para promoción de la tradición.
De eso ya hace 22 años y en la actualidad, junto a sus hermanos Héctor y Pedro Tamayo, e Iván Zamora; y sus hijos Héctor y Alan Tamayo, trabaja en su propio taller llamado Los Colores del Desierto, al mismo tiempo que en el Museo del Sarape han llevado a sus creaciones a niveles internacionales, algunos de ellos con un estilo muy particular.
Colaboró el año pasado con el diseñador de moda mexicano radicado en Nueva York, Ricardo Seco, y desarrolló para él pedidos específicos de sarapes que pudiera utilizar en su colección “Sarape Time”. “Él me pidió unas piezas para usar en sus vestimentas”, comentó, “normalmente el sarape ya es decorativo”. Estas chaquetas, abrigos y sudaderas con los colores tradicionales de la prenda típica han sido usadas por celebridades.
De modo similar, junto con su hermano Héctor, su producción textil ha sido expuesta en Londres en 2015 como parte del proyecto “Mestiz” del arquitecto saltillense, Daniel Valero, del que se desprende la colección “Patél & Illo & Mori & Linamé” y “donde el mobiliario y los textiles representan el vestir”.
“Mori", por ejemplo, una de las piezas, es una mesa pequeña de madera hecha con troncos transversales que forman la superficie y entre ellos se “teje” el mismo sarape, mostrando sólo parte de su diseño entre cada madero. “Además de que nos han publicado en todo el mundo, con ellos (Mestiz) hemos mandado piezas a China. Una de las sillas de la colección ganó un concurso”, mencionó.
Con el Museo del Sarape en estos momentos está realizando un proyecto de rescate de las imágenes que ahí se exhiben. “Son réplicas, algunas de más de un siglo, y que estamos haciendo para que la gente pueda verlas y tocarlas sin dañar los originales y para que vean lo que era el sarape en Saltillo hace 100 años”.
“Le hice una a Ana Gabriel, les pongo la firma, también le hice uno a Juan Gabriel. Normalmente la gente los pide para regalarlos a los artistas, por ejemplo, hace unos meses Joaquín Sabina estuvo en Monterrey y unas personas que iban a ir al concierto me pidieron un sarape. Lo que hice con él fue reemplazar el diamante, la pieza central del sarape y ahí pusimos la firma de Sabina”.
Félix Rivera, el conductor, compró uno de sus sarapes mientras se realizaban grabaciones en el museo. Hubo uno para la directora de Artescénica, Teresa Rodríguez, quien lo portó durante los eventos del año pasado.
Hace dos años colaboró con el artista español Avelino Sala durante el Festival Saltillo Contemporary de arte contemporáneo. En este periodo realizaron dos sarapes con las leyendas “Tiempos difíciles” y “Vivir sin miedo” uno de ellos permaneció en el museo.
Con el artista Armando Meza hizo una de sus “monas” en un sarape que fue expuesto junto a otras obras del pintor y dibujante en la Plaza Galerías. Con esta primera aproximación se buscará que más artistas lleven su obra para que él la reproduzca en el textil.
“Estamos tratando de rescatar el proceso más tradicional para hacer sarapes, y creo que lo logramos”. La lana, teñida con pigmentos naturales y la hechura en telar son elementos que ya no son utilizados por productores más comerciales de sarapes. Esto incrementa mucho el precio al grado de que llegan a costar más de 7 mil pesos a lo que se suma la utilización que recientemente agregó a sus creaciones del hilo de oro y plata.
Los precios de un sarape realizado con el proceso tradicional, es tan alto que lo ha llevado a buscar formas más accesibles para que el público tenga un producto con estas características y con ayuda de su equipo ha logrado crear productos como libretas, llaveros de sarapes decorativos que promueven el símbolo de nuestra ciudad.