Angel Corella, dice adiós al American Ballet
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Angel Corella, principal estrella del American Ballet, ofrecerá su última actuación con esta compañía el 28 de junio, en la Opera Metropolitana de Nueva York.
Nueva York, EU.- Hace casi dos décadas, un español como otros tantos emprendió su aventura americana. Era un joven bailarín madrileño con un gran don para las artes al que se le abrieron las puertas de la danza desde sus más tiernos comienzos. Nada era inalcanzable para él.
Comenzó su carrera profesional en los Estados Unidos en el American Ballet, la compañía más importante del mundo.
A los 19 años debutó en la Opera Metropolitana de Nueva York, con "El paso a dos de los campesinos" de "Giselle", consiguiendo un mar de ovaciones que nunca han dejado de acompañarle en su carrera.
"Fue un momento mágico, porque sentí una manta de rugidos y bravos cuando terminé, y es cuando empecé a crear historia y me convertí en el bailarín más importante que ha tenido el American Ballet en los últimos tiempos. Después de Baryshnikov, he sido la siguiente estrella más relevante", según Corella.
En 2000, fue galardonado con el premio internacional "Benois de la danse" -considerado el Oscar del ballet- por su trabajo en "Other dances" de Jerome Robbins.
FETICHE DE HOLLYWOOD
El madrileño ha bailado ante grandes personalidades como George W. Bush, Bill Clinton, Michelle Obama, la reina Isabel II de Inglaterra o la reina Sofía de España.
Sin buscarlo, se ha convertido en el fetiche de grandes estrellas internacionales como Alicia Silverstone, Whoopi Goldberg, Cindy Crawford o Sidonie Weber, quienes con frecuencia acuden a verle.
Otros, como el músico Sting, han acabado teniendo una gran amistad con esta estrella de la danza.
"Mucha gente de Hollywood viene constantemente a verme bailar y se acercan para interesarse por mí. Eso me sigue sorprendiendo, porque lo que uno quiere al verles es preguntarles sobre ellos y sus carreras. Es sorprendente", resalta el bailarín.
Pese a todo, él no ha cambiado. "De aquel chico que fue a probar suerte a América interiormente queda todo. Sigo siendo una persona muy soñadora", afirma.
Ahora, llega el momento del adiós, Angel Corella deja el American Ballet por falta de tiempo y para dedicarse por completo a su compañía propia, el Barcelona Ballet.
A la compañía estadounidense "no le ha sentado muy bien mi despedida, porque esperaban que fuese dentro de unos años, pero mi ballet ahora necesita mi atención al cien por cien", recalca Corella.
EL ULTIMO BAILE
La gente lo conoce por "El Corsario" o "Romeo y Julieta" pero "El lago de los cisnes", con el que ganó un premio Emmy, le sirvió para hacerse famoso en América, y de ahí, que sea la obra con la que Corella se despedirá del American Ballet.
Lo hará el próximo 28 de junio, acompañado de su amiga Paloma Herrera, la artista argentina con la que el español empezó a bailar cuando ambos eran muy jóvenes.
En su actuación intentará dar lo mejor de sí mismo para agradecerles a los americanos el gran cariño que continuamente le han regalado desde sus inicios. "Siempre he sido un icono de la danza en EE.UU. gracias al público, y ahora mucha gente se ha puesto triste cuando he anunciado mi despedida, pero así es la vida", explica el madrileño.
Angel Corella ha cumplido todos los sueños que tenia antes de llegar a Estados Unidos y más. Nunca pensó que fuera a llegar a ser el bailarín principal del American Ballet durante 17 años. Â
Su única meta fue "trabajar y disfrutar de la carrera y de la vida" y esa máxima le ha llevado a ser el bailarín español más relevante en la historia de la danza.
DESTACADOS:
* "De aquel chico que fue a probar suerte a América interiormente queda todo. Sigo siendo una persona muy soñadora", asegura Angel Corella.
* Su última actuación con el American Ballet será el 28 de junio, cuando bailará "El lago de los cisnes" junto a su amiga Paloma Herrera, la artista argentina con la que empezó a bailar cuando ambos eran muy jóvenes.
* Corella deja el American Ballet por falta de tiempo y para dedicarse por completo a su compañía propia, el Barcelona Ballet, que ahora le necesita "al cien por cien".