Amor de lejos... ¿misión difícil?

Ciudad de México.- Adriana tiene que irse a Baja California a estudiar su pasantía en Medicina. No cuenta con que verá un año después a Érika, su compañera de hace tres años.

Jonás, entre la frustración y la desesperanza, acepta irse a trabajar a Cancún. Su novia le promete esperarlo, pero tiene presente la serie de problemas que esto involucra.

Amar a la pareja implica ciertas disyuntivas, en las que no sabe si se podrá estar dispuesto a ceder, y una de ellas es la de mantener una relación a distancia.

No todos nacen con la facilidad de estar lejos de la persona ¿amada? y, mucho menos, ceder a las reglas de este tipo de relación. Frases como "Amor de lejos... es de pensarse", "amor de lejos...felices los cuatro", lo reafirman.

Pero, ¿qué es realmente lo que lleva a una persona a tener una pareja de este tipo?

El psicólogo Pablo Guerrero, miembro de la Sociedad Psicoanalítica de México, afirma en entrevista que este tipo de relación se da, principalmente, en gente a la que le cuesta mucho trabajo interactuar con otra persona, "romper la barrera de la privacidad", e igualmente en personas a quienes les resulta meramente complicado establecerse con alguien: "llegar a entablar un compromiso como pareja".

En estas relaciones muchos elementos son meros productos de la imaginación, por lo que se recurre a tener cuentas en todo tipo de redes sociales: Facebook, Twitter, en Skype. Se siente que la distancia en el compromiso emocional con esa persona se acorta con estas herramientas.

"Las redes sociales juegan un papel preponderante en las relaciones amorosas de los jóvenes, al grado de influir en la duración y término de éstas", revela un estudio publicado en Estados Unidos durante los últimos meses del año pasado; nuestro país no es la excepción. Y menos en esta clase de relación.

Para el especialista egresado de la Universidad Iberoamericana (UIA), '"la relación se pone a prueba en todo momento; se debe de ejercitar la tolerancia a la distancia. Tenerle respeto. Aclarar las condiciones en las que se mantendrá, llegar a acuerdos y ver con qué frecuencia se puede dar un contacto".

No es lo mismo una pareja que desde el inicio planea ejercer así su amor, a la que por ciertas circunstancias se orilla a vivir así.

Amar a la antigua

Pero no todo es malo, para la psicoanalista Araceli Zamora, del Círculo Psicoanalítico Mexicano, "sentirse acompañado, que alguien piense en ti; el reconocimiento del otro, el que te vea imaginariamente, es retornar a las viejas usanzas; es vivir mucha fantasía de ambas partes que, en ciertas ocasiones, es grata. Es establecer otro tipo de comunicación entre la pareja. Es otra especie de cortejo, como en la época victoriana.

La persona necesita sentirse en la mente del otro para no creer que está muerta. Saber que existe en el otro", expresa.

Y a todo esto, qué pasa con la sexualidad

"Sensualidad imaginada, más que sexualidad. Se expande lo erótico y se trasfiere la relación a un plano imaginario", asegura Zamora.

"El ideal romántico mantiene la fuerza de la relación: el cariño, el afecto del otro", afirma Guerrero. Uno se complace sintiéndose vivo en la mente del otro a pesar de la distancia. Claro que se corre el peligro más frecuente en este tipo de relación: La infidelidad; sin embargo, con base en la fuerza que se tenga en la confianza, en la comunicación y el respeto, se puede llegar a un acuerdo", una especie de negociación entre ambas partes: ¿Será una relación abierta?, ¿es un noviazgo formal? ¿Se permite tener relaciones con otras personas?

Es primordial ser claro y sincero ante las necesidades de cada uno.

Las nuevas tecnologías vienen a ser las mejores aliadas: Un pensamiento, un miedo, una sensación se puede comentar con el otro casi de manera inmediata, y de la misma forma, obtener una respuesta. La dinámica de las peleas cambia. Uno, en teoría, se podría volver más elocuente al hablar, más conciso en expresar sus sentimientos.

Es, como lo dijo la doctora Zamora Santillán, "sentirse vivo en el otro", saber que existe. Otra de las herramientas que se puede utilizar es convivir con la familia del que está lejos; asistir a reuniones familiares, a fiestas, compartir con los amigos en común, "ayudar a mitigar la ausencia del otro", acota la doctora.

Desilusión amorosa

Debe de estarse consciente de que a veces la idealización de la pareja puede llegar a su fin, y vivir la no esperada desilusión amorosa, por lo que uno tendrá que superarlo y, tal vez, tener algo en tiempo real. Poder abrazar y besar a la persona que amas, no estar otra noche solo. Poder satisfacer las necesidades del cuerpo.

Dicho todo esto... ¿Seguirás en pie de lucha? Después de todo, dicen que el amor lo puede todo.