"Aedes aegypti", el temido mosquito del Caribe
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Su capacidad de transmitir múltiples virus al mismo tiempo, hacen del mosquito "Aedes aegypti" una constante amenaza para el Caribe,
Madrid, España.- "La pregunta no debe ser si el "Aedes aegypti" puede reproducirse muy rápido, sino por qué puede encontrarse en casi cualquier parte del Trópico", apunta Christian Frederickson, médico de la Agencia de Salud Pública del Caribe (Carpha, en inglés, y con sede en Trinidad y Tobago), en una entrevista con Efe.
Según aclara, "a este pequeño insecto le encanta nuestro estilo de vida de caribeño y el uso que hacemos del agua, ya que  favorece su proliferación".
De acuerdo con el experto, "nosotros contribuimos a que muy fácilmente los mosquitos sean nuestros vecinos" y es que, dada la gran comunidad de esta clase de insectos voladores, enfermedades como el dengue, el chikunguña y hasta el virus del zika han causado y siguen causando estragos entre la población local, al tiempo que absorben un gran cantidad de recursos de los Gobiernos locales a la hora de tratar de prevenirlos y tratarlos.
"Todos los países de la región tienen programas de control de vectores (organismos capaces de portar y transmitir un agente infeccioso). Sin embargo, muchos operan con recursos limitados lo que puede perjudicar su efectividad", explica.
Hasta hace unos años, estos temidos virus se encontraban en África y solo se transmitían a través de insectos locales, pero la movilidad territorial permitió su adaptación a otro tipo de mosquitos, mucho más abundantes en América, que también son capaces de transmitir la fiebre amarilla.
"Ahora se sabe que tanto los mosquitos "Aedes aegypti" como los "Aedes albopictus" transmiten dengue y el chikunguña y, si nos contagiamos con alguno de estos virus, ello no implica que ya no nos infectará el otro", apunta Susana López Charretón, investigadora del Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México.
"Ambos son virus distintos, pero comparten el hecho de que son transmitidas por el mismo vector, por lo que incluso se podría contraer con la picadura de un mismo mosquito".
LA EPIDEMIA DEL CHIKUNGUÑA
El chikunguña se detectó por primera vez en Tanzania en 1952. Desde 2004 se localizaron brotes intensos en varios países de África, islas del océano Índico y la región del Pacífico, incluidos Australia y Asia. En 2007 se extendió a Italia, donde produjo un brote en la región de Emilia-Romagna.
En diciembre de 2013 se reportó el primer caso de esta enfermedad en América, y fue precisamente en el Caribe, concretamente en la parte francesa de la Isla de San Martin.
El chikungunya no se había detectado anteriormente en América, salvo en casos de gente que se había contagiado estando de viaje en otras regiones del planeta.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó entonces que supuso la primera vez que se detectaba la propagación de la enfermedad en América de forma no importada.
Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) han advertido que la aparición del virus de chikungunya en el hemisferio occidental representa una amenaza para la seguridad de la salud de todo el continente.
Para evitar las picaduras, los CDC recomiendan colocar tela metálica en los vanos, cubrir con mosquiteros cunas y coches de los niños, eliminar los recipientes innecesarios que acumulen agua, e inspeccionar el entorno de las casas para identificar los criaderos de mosquitos.
Los expertos indican que, además, es conveniente fumigar dentro del hogar y, si se almacena agua, mantener los recipientes siempre tapados, entre otras precauciones para evitar que prolifere el mosquito transmisor.Â
Entre los síntomas del virus de chikungunya -que muy raramente es mortal- destacan, en línea con los del dengue, fuertes fiebres y dolores musculares, así como dolores también en las articulaciones que se pueden prolongar durante meses.
Dado que no existe un tratamiento antiviral específico, los CDC recomiendan para los episodios agudos descanso, ingesta abundante de líquidos, y antiinflamatorios no esteroideos para aliviar el dolor en articulaciones.
Aunque en los meses del invierno en el Caribe la propagación de los virus que transmite este tenido mosquito se ralentiza, la situación tiende a complicarse bastante con el inicio de la época de lluvias, a partir de agosto y normalmente hasta diciembre.
Ahí es cuando los caribeños y los turistas que viajen a la región deben ser más prudentes y no bajar la guardia, ya que el factor que más incide en la proliferación del mosquito son las lluvias y las consiguientes concentraciones de agua estancada.
Desde su aparición en el continente, a finales de 2013, Â el chikunguña ha afectado muy duramente a Puerto Rico, República Dominicana y El Salvador, además de Haití, Martinica, Guadalupe y Colombia, entre otros lugares.
EL VIRUS DE ZIKA
Ahora se teme la llegada del virus del zika -similar en síntomas al chikunguña-, que ha alertado a las autoridades sanitarias de la región tras registrarse casi un veintena de casos confirmados en Brasil a mediados de mayo de 2015.
El zika también es transmitido por el mosquito "Aedes aegypti" y fue aislado por primera vez en 1947 en muestras de sangre de monos del bosque Zika (Uganda) utilizados en proyectos para controlar la fiebre amarilla.
Este virus es endémico del oeste de África, pero ya se han registrado casos de circulación esporádica en Asia y Oceanía, así como una situación epidémica en Malasia y Micronesia en 2007.
En América solo había sido confirmada su presencia en 2014 en la Isla de Pascua (Chile), en el océano Pacífico, sin contar los casos importados que han sido registrados en EU y más recientemente, en Brasil.
Según Frederickson, el zika y el chikunguña son "dos virus completamente diferentes en cuestión de estructura genética, porque el primero es un flavivirus (grupo al que pertenece el dengue y la fiebre amarilla) mientras que el segundo es alfavirus".
Este último tipo de virus logra evitar los sistemas de defensa contra infecciones de los organismos y consigue reproducirse sin depender del factor f-2 alfa, que resulta esencial para generar nuevas proteínas y por lo tanto infecciones, según indica el experto.
Dado que es el mismo mosquito ("Aedes aegypti") el responsable de transmitir los tres virus, las actividades de control que se recomiendan a los Estados siguen siendo las mismas.
El médico de Carpha aclara que es "muy improbable que un mismo mosquito transmita los tres virus a una misma persona a la vez", aunque lamentablemente es una opción que los médicos y epidemiólogos no descartan y que hace aún más temible a este pequeño insecto.
MOSQUITOS GENÉTIFCAMENTE ALTERADOS
Tomando en cuenta que la hembra del "Aedes aegypti" -que puede llegar a vivir hasta un mes- es la transmisora de estos virus, países como Panamá, Brasil y Trinidad y Tobago han evaluado como alternativa introducir en sus territorios mosquitos genéticamente alterados para tratar de combatir la propagación de los virus.
Con estos insectos la hembra, vector de la enfermedad, queda preñada pero las larvas que produce no llegarán a adultos, lo que reducirá la población de este insecto.
Esta tecnología fue desarrollada en Inglaterra en 2002 y se basa en la inyección de dos genes en los huevos de los "Aedes aegypti".
El primer gen sirve para producir una proteína que impide que los descendientes del mosquito lleguen a la fase adulta y el segundo para identificarlo bajo una luz específica con el microscopio.
A principios de mayo, el Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (ICGES) de Panamá concluyó, con un alto porcentaje de efectividad, el proyecto de utilizar un mosquito transgénico para combatir el dengue en el país centroamericano.
La tecnología fue aplicada entre mayo y noviembre de 2014 en la localidad de Nuevo Chorrillo, en el distrito de Arraiján, Â unos 12.8 kilómetros al oeste de la capital, donde se liberaron aproximadamente 4,2 millones de mosquitos machos transgénicos y se obtuvo una reducción de un 93 % en la población total del "Aedes aegypti".
No obstante, el citado médico de Carpha hace hincapié en que este tipo de medidas son muy costosas, por lo que los países del Caribe deben evaluar primero cuáles han sido los costos de las epidemias en el pasado, el efecto que han tenido en la economía y el sufrimiento humano, y el costo actual de los programas de control de vectores antes de decidir si invertir en esta solución.
"Si esta técnica fuese capaz de eliminar el mosquito Aedes aegypti de algunas de las pequeñas islas en el Caribe aún habría que pagar un costo para mantener esa isla libre de este mosquito", explica el experto, refiriéndose a que las condiciones climáticas y el estilo de vida de los caribeños propiciará que estas poblaciones de insectos sigan surgiendo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la presencia de este mosquito en zonas hasta ahora ajenas a estos virus es debida al cambio climático y a su impacto en el medioambiente.
En ese mismo sentido, otros factores apuntados por esa organización son el proceso de urbanización descontrolado y la mayor movilidad internacional de personas y bienes.Â
Por Natalia Bonilla/EFE-reportajes