A dos años de la desaparición de Julio González
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Hoy tendría 34 años
Ya dos años de que no estás, y como desde aquel 8 de mayo de 2011 haces falta. Le haces falta a tu familia, Julio Gonzáles Flores: a tu mamá, a tus hermanos, a tu esposa e hijas, también a tus amigos. Aunque te encuentres desaparecido, ellos piensan en ti, siempre piensan en ti.
Por ejemplo, saben que hoy tendrías 34 años y que el pasado 26 de febrero, día en que naciste, pudieron haber compartido contigo un pastel, un abrazo, un beso, y no esta nostalgia, no este dolor tan grande.
Tu hermana se acuerda de cómo sucedió todo. Te fuiste para Nuevo Laredo, Tamaulipas, con Rogelio Elizondo Estrada, a atender un asunto personal, a hacer unas compras. Viajabas en ese stratus gris-plata modelo 2004, con placas FDN-96-15, procedente de tu tierra, Coahuila.
Traías puesto un pantalón azul de mezclilla, playera tipo polo azul marino con rayas blancas y tenis negros. Esa imagen no se borra de la memoria, y se vuelve, al contrario, motivo de esperanza de volverte a ver, de encontrar por la calle y reconocerte.
Todavía a las 14:30 horas de ese domingo llamaste a tu esposa para decirle que estabas bien, pero que si no habías tenido suerte en tu compra, y que continuaba así, quizá viajarías hasta Reynosa.
Diez minutos después volviste a llamar a tu casa, aunque la llamada no pudo ser atendida. Eso fue lo último que se supo de ti.
Se hicieron las denuncias correspondientes. La Procuraduría de Tamaulipas abrió una investigación. Determinaron que estuviste por última vez cerca de un lote de autos. Eso es lo que tu familia sabe hasta el momento. Que en algún momento después de las 14:40 horas, desapareciste por completo. Y como en la mayoría de estos casos, nadie vio ni escuchó algo.
La procuraduría de ese estado te buscó después en hospitales, clínicas, algún lugar donde pudieras haber sido llevado de forma inmediata; nada.
Tu madre dio muestras de ADN, pero no coincidió con los perfiles en el SEMEFO. Al menos eso dicen las autoridades, porque no hay seguridad que se haya realizado.
También se pidió la intervención de las dependencias de seguridad en Coahuila, sin embargo, si bien eres originario de Saltillo, al haber ocurrido el hecho en otro estado, afirman que es poco lo que pueden hacer, porque allá no tienen jurisdicción.
Lo único que tu familia pide es que si puedes, si fuera remotamente posible, te pusieras en contacto. Saben que eres un buen hombre. A la sociedad en general, a quien pueda haber visto tu rostro, quizá el carro, las placas, tal vez si alguien ha escuchado de ti, a ellos les piden, por favor, si les pudieran brindar información de tu posible paradero. Cualquier dato ayudaría.
Piden que la búsqueda siga, y que la desesperanza no venza. Que, como las familias de otras personas desaparecidas, se investigue en cada estado de la República, así como en las fronteras, reclusorios, hospitales y algún otro lugar de Estados Unidos.
Si alguien tuviera una información, tu familia les pide que se pongan en contacto con FUUNDEC. Puede ser al teléfono 01(844)4123784 extensión 137 o bien al correo dhsaltillo.desapariciones@gmail.com