Activistas en México, víctimas de cacería y muerte

México.- Hay un caso paradigmático, el de Nepomuceno Moreno, alias "Don Nepo", que denunció ante el mismo presidente mexicano Felipe Calderón el secuestro de su hijo. El pasado 14 de octubre, se dirigió a él, y le conminó a actuar. "Tengo pruebas de que ellos secuestraron a mi hijo. Fueron los policías del Estado [de Sonora], hay videos que me tienen ocultos". Calderón asintió, tomó la documentación que le entregaba el hombre y le respondió: "Ya lo veo".

"Don Nepo" no quedó satisfecho echó a andar con la foto de su hijo Jorge. Recorrió 11.000 kilómetros. "Hay que seguir adelante, vale más morir en la raya", dijo. A finales de noviembre, le asesinaron a balazos. Ahí Calderón volvió a verlo, pero ya en las esquelas de los periódicos.

También fue impactante el caso de José Trinidad de la Cruz, otro miembro un movimiento que encabeza el poeta y periodista Javier Sicilia,   el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad. El golpe para Sicilia fue enorme al enterarse en diciembre de que su compañero, tras ser secuestrado, había sido hallado muerto en. Su cuerpo tenía signos de que había sido torturado, con las manos atadas a la espalda, la oreja izquierda cercenada y cuatro impactos de bala.

En sus dos últimos informes anuales, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha denunciado que los activistas no sólo son incómodos para los vinculados al narcotráfico, sino también para los grupos de poder.

La Comisión de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos lamentó que "el Gobierno federal en conjunto, y en particular la Secretaría de Gobernación, ha sido omisa y negligente en la adopción de medidas urgentes de protección a periodistas y defensores de derechos humanos".