Activistas e indocumentados: "Hoy celebramos, mañana luchamos"

Washington, EU.- Centenares de inmigrantes y activistas pro reforma migratoria agradecieron al presidente Barack Obama su decisión de dar un permiso temporal a unos cinco millones de indocumentados y advirtieron a los republicanos que la lucha continúa hasta que el Congreso apruebe una reforma migratoria integral.

"Queremos mandar un mensaje claro a los republicanos: Hoy celebramos, mañana luchamos", dijo el vicepresidente del sindicato 32BJ-SEIU del área de Washington, Jaime Contreras, rodeado de inmigrantes y activistas que acudieron hoy a la Casa Blanca para dar las gracias al presidente por sacar de las sombras a buena parte de los 11.4 millones de indocumentados que viven actualmente en Estados Unidos.

"Sí, se pudo", "Luchando, sí, se puede", "Cuando luchamos, ganamos" y "Somos más fuertes juntos" son algunas de las consignas que gritaban los activistas e inmigrantes, que llevaban pancartas que rezaban: "Gracias, Presidente Obama, por defender a las familias inmigrantes".

El activista Gustavo Torres, director ejecutivo de CASA en Acción, lucía una sonrisa de oreja a oreja, después de años de lucha a favor de los inmigrantes.

"Me siento feliz. Es un momento histórico. Es un momento determinante para nuestra comunidad", explicó a la agencia dpa. "El anuncio del presidente va a transformar la vida de millones y millones de personas que vinieron a este pais en busca de uan mejor vida", enfatizó Torres.

"Estamos muy felices por la decisión del presidente. Hoy estamos celebrando, pero a partir de mañana y del lunes empieza la lucha en el Congreso y vamos a trabajar duro porque el Congreso tiene que terminar el trabajo", añadió el activista.

Torres recordó que "han pasado 511 días desde que el Senado aprobó la reforma migratoria y los republicanos todavía no han hecho nada. Es el momento de actuar".

La reforma quedó atascada este verano (boreal) en la Cámara de Representantes después de que los republicanos, que tienen la mayoría en la cámara baja desde 2010, se negaran a poner fecha para la votación de la legislación en el pleno.

Por eso, Obama decidió actuar solo y anunciar una acción ejecutiva que regularice temporalmente a millones de indocumentados, a la espera de que el nuevo Congreso, que se constituye en enero, apruebe una reforma migratoria integral, que permita dar papeles definitivos a millones de indocumentados.

Preguntado si confia en que los republicanos, que tendrá a partir de enero la mayoría en ambas cámaras, lo permitirán, Torres señaló: "Nosotros no confiamos. Nosotros movilizamos, marchamos y luchamos".

Para el joven salvadoreño Ricardo Campos, que en 2012 se benefició del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), es "una victoria agridulce" porque la medida anunciada por el presidente "está dividiendo a mi familia".

Su hermana, que vive hace cinco años en Estados Unidos y tiene un hijo que es ciudadano estadounidense, será uno de los inmigrantes indocumentados que obtendrán un permiso temporal. "Esto por lo menos, nos va a permitir dormir en paz sabiendo de que no va a ser perseguida", explica Campos.

Sin embargo, sus padres, que no tienen un hijo estadounidense o residente permanente, forman parte de los 6,4 millones de indocumentados que se quedan fuera. Pero este joven, al igual que los activistas, no tira la toalla. Seguirá luchando por sus padres. "La lucha no termina ahora, la lucha va a terminar cuando nuestras familias tengan dignidad y el Congreso apruebe la reforma migratoria", añade Campos.

A pocos metros de las celebraciones, una decena de estadounidenses protestaban en contra de la decisión del presidente Obama de dar "amnistía" a millones de indocumentados. "Obama es el mayor coyote de Estados Unidos", gritaba uno de ellos.

Daniel, un hombre de Maryland que no quiso dar su apellido, llevaba en las manos una pancarta que decía: "Barack Obama, dictador". Daniel calificó de "ilegal" la medida anunciada por Obama, que, según él, sólo crea "más confusión" y fomenta la inmigración ilegal.

"Acabamos de tener unas elecciones. Las elecciones no fueron como Obama esperaba. El tuvo una señal fuerte y clara de que a los estadounidenses no les gustaban las políticas que estaba haciendo. En vez de cambiar de rumbo y escuchar a las personas, rechazó las elecciones y apostó doble por las mismas políticas contra la que la gente protestaba", se lamentaba este opositor a la legalización de los inmigrantes indocumentados.

Por Beatriz Juez/DPA