Abrirán en México muestra de Angelina Beloff, mujer de Diego Rivera
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"Quiela", como la llamaba Rivera, fue también escenógrafa, retratista, paisajista, ilustradora, dibujante, una experimentada grabadora.
México, D.F..- Una muestra, que abrirá sus puertas el 29 de febrero en el Museo Mural Diego Rivera de México, busca reivindicar el multifacético trabajo de la artista rusa Angelina Beloff, más conocida como la primera mujer de Rivera, a la que abandonó en París.
"Fue una de las pocas pintoras que hubo en México a principios del siglo XX, una mujer que abrió la brecha a otras en el mundo pictórico", dijo a dpa Mireida Velázquez, curadora de la exposición "Angelina Beloff. Trazos de una vida".
De ello darán cuenta más de 90 objetos que narrarán la trayectoria de Beloff (1879-1969), cuya labor ha sido opacada por la figura del muralista o de su última esposa, la pintora Frida Kahlo.
Entre ellos se encuentran ilustraciones, óleos, títeres, grabados, publicaciones e imágenes procedentes de colecciones privadas y de museos como el de Arte Moderno, Dolores Olmedo o Nacional de Arte.
"Quiela", como la llamaba Rivera, fue también escenógrafa, retratista, paisajista, ilustradora, dibujante, una experimentada grabadora que enseñó la técnica a otras artistas, además de confección y teatro guiñol.
Lejos del gremio artístico se la conoce como la mujer que el muralista abandonó en Francia en 1921 tras vivir juntos en Rusia por más de una década. De esta unión nació un hijo, muerto por una epidemia de gripe dos años antes de su separación.
Muchos años después, él mismo reconoció que Angelina le dio todo: "En cambio ella recibió de mí todo el dolor en el corazón y la miseria que un hombre puede causarle a una mujer".
El discurso curatorial de la exhibición es borrar esa imagen triste para sacar a la luz a una artista que investigó, enseñó, convivió con grandes creadores y se abrió paso en un medio masculino.
Beloff llegó en 1932 a México, donde se quedó a vivir el resto de su vida, invitada por Lola y Germán Cueto. Allí también murió.
En ese país marcó huella como parte del movimiento vanguardista que creía que la enseñanza del arte podía mejorar las condiciones sociales.
Pero a diferencia de otros personajes de la época, el activismo de Angelina no se hizo público. "Ella se dedicó solo a trabajar con gran disciplina por eso su labor quedó de lado", afirmó Velázquez.
