25 de agosto de 2011, cuando el terror se apoderó de Monterrey
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La pesadilla comenzó el 25 de agosto de 2011, a las 15:30. El casino Royale estaba envuelto en llamas.
Monterrey.- Era un Monterrey acosado por la violencia, donde se pensaba que nada podía superar las decenas de muertos encontrados en fosas o los asesinatos que se registraban casi a diario. Pero la delincuencia organizada pegó directamente a la población civil: 52 personas sin vida a causa de un ataque en un centro de apuestas.
La pesadilla comenzó el 25 de agosto de 2011, a las 15:30. El casino Royale estaba envuelto en llamas.
El reporte de incendio en un local de la avenida San Jerónimo acercó a cuerpos policiacos, de rescate y auxilio. Un reporte normal, habrían pensado. Pero al llegar a las puertas del inmueble y escuchar las primeras versiones, dimensionaron el tamaño del acontecimiento.
En las radiofrecuencias voces alarmadas pedían refuerzos.
Adentro, clientes y trabajadores luchaban por salvar su vida.
Afuera, los medios de comunicación cuestionaban a quienes aún tenían aliento. La narración era un guión: referían haber escuchado disparos, amenazas, haber visto hombres armados rociando gasolina. Todo era confuso.
Los sobrevivientes, aun con el olor a quemado impregnado en sus ropas tiznadas, coincidían en algo que después sería motivo de indignación para toda la población: las puertas de emergencia estaban atrancadas.
Para eso elementos de Protección civil utilizaron retroexcavadoras y abrieron boquetes en la pared oriente del inmueble.
La columna de humo era visible desde varios puntos de la ciudad capital. En las redes sociales circulaban las fotografías, en los noticiarios la información cambiaba, la cifra de muertos crecía.
Antes de la medianoche la cifra de fallecidos, a causa del incendio provocado por una banda del crimen organizado, se detuvo en 52 -tiempo después se sumarían a la lista dos nonatos-.
Rodrigo Medina, gobernador de Nuevo León oficializó la cifra y condenó el acto, prometiendo llegar hasta las últimas consecuencias.
Por su parte, el presidente Felipe Calderón repudió el ataque al casino Royale de Monterrey y expresó su solidaridad con las víctimas de lo que consideró como "un aberrante acto de terror y barbarie", al día siguiente visitó las instalaciones para rendir una guardia de honor en memoria de las víctimas.
El acto criminal se realizó en dos minutos con 30 segundos. Esto se supo en el video que captó a los agresores, presentado por el subprocurador de Control Regional, Procedimientos Penales y Amparo de la PGR, José Cuitláhuac Salinas lo dio a conocer.
Aunque hay detenidos, y procesados, para los deudos de las víctimas aún no se ha hecho justicia.
Cada 25 de mes, los deudos recuerdan a sus seres queridos que perecieron en el ataque, misas, guardias de honor, marchas, audiencias y denuncias se han realizado.
Cincuenta y dos muertes que para ellos han quedado impunes, envueltos en una red de corrupción e indiferencia.